Jamás me he considerado, ni me consideraré la persona más indicada para repartir consejos, realmente no soy de molestar mucho a las personas de mi entorno diciéndoles como considero yo que es la manera más adecuada (según mi parecer) de afrontar una situación en específico o de ver algún evento en especial. Pero por alguna razón siempre termino compartiendo energía y amor en palabras que a mi entender son más de aliento y compasión que otra cosa, para quienes acuden a mi por confianza, admiración, respeto o consideración. Puedo decir que una de mis recomendaciones más usuales que comparto a manera de consejo, es la que dicta el título de esta entrada. Si no puedes controlarlo, que no te controle a ti. Esto tiene mucho que ver con 3 aspectos puntuales que derivan de esta misma temática cuando no se tiene en cuenta o se reacciona inconscientemente a situaciones que no están bajo nuestro control. Estos 3 aspectos serían la preocupación, la frustración y la impotencia. Sin duda hay much