Si existe un tema en el cual considero que tengo un dominio considerable y del cual me apasiona hablar, analizar y seguir dedicándole energía y consciencia por lo enigmático que me parece, este es el Apego. No me creo catedrático sobre el tema ni mucho menos, y como mis anteriores y futuras entradas, todo lo que pueda decir en referencia a este tema, será desde una postura muy personal, desde mi experiencia y desde mi propia interacción con las energías que se mueven en esto.
Para mí este tema es tan amplio, y hay tantos detalles y características de las que se pueden conversar muy puntualmente, que realmente creo que necesitaré más de una entrada para exponer lo que se, creo y pienso sobre el apego. No creo que lo que sigue será muy focalizado pero desde hace tiempo he querido escribir pensamientos sobre el apego y cómo se ve desde mi percepción.
Veo el apego como una energía muy sutil, escurridiza, camaleónica y engañosa, altamente parasitaria, con un potencial increíble de influencia sobre el ser humano y su consciencia, responsable de infinidad de bloqueos personales y generador de un sin fin de experiencias, pensamientos y sentimientos contraproducentes. Esclaviza, reprime, paraliza, suprime, dependiza, drena, desahucia, debilita, engaña, ilusiona, y así puedo seguir pero creo que ya se entendió mi postura ante el apego.
Evidentemente una persona que se encuentra en apego, por lo general no tiene consciencia de que está siendo conducida por este, ya que, al darse cuenta, lo más sensato sería ejercer su poder intrínseco sobre sus procesos de pensamiento. Por el contrario, un ser en apego, es movido como una hoja en las aguas de un río, sin capacidad de acción de ningún tipo, por un tiempo indeterminado y susceptible de terminar en cuál sea el escenario que el apego le deje o le mantenga. Escenario que varía según sea el objeto y trasfondo del apego; y en consecuencia varía también el grado emocional que se va a experimentar.
Para mí, esto que digo define el apego de una manera en la que fue sencillo para mí etiquetarle y observarle objetivamente desde que decidí tomar una postura protagónica en cuanto a mi sistema de pensamiento y cómo reaccionaba al apego siempre que se daba algún escenario. Porque si, personalmente creo que la única manera de darle batalla al apego es reconociendolo y decidiendo conscientemente que vamos a hacer algo al respecto. Pero, ¿De qué manera reconocemos algo que creemos que es parte esencial y natural de nosotros y nuestros procesos mentales, algo sobre lo que ni siquiera nos habíamos cuestionado antes? Porque realmente las personas no se cuestionan, ante ninguna situación de apego, si es que están pasando por situaciones adversas debido a un apego bastante marcado. Las personas solo dejan que las cosas les pasen, y que pasen por cuanto tiempo tenga que pasar, hasta que el mismo tiempo desvanezca lo que en realidad está en tu poder de controlar conscientemente desde el momento en que te determinas a hacerlo.
Mi revelación y posterior entendimiento a través de la práctica y discernimiento consciente, la ubico algunos cuantos años atrás, donde a raíz de la pérdida física de un amigo muy querido que trascendió muy pronto (el mismo amigo que referencio en la entrada sobre mi primer sueño lúcido), me encontré bajo una profunda pena y tristeza que no entendía. Algo que me estaba drenado completamente y yo no podía reconocer cuál era el origen real de esto que yo experimentaba, ya que bajo mi razonamiento, me parecía un completo sinsentido tal sufrimiento por alguien que sentía que quería tanto.
Recuerdo que para ese entonces pedí (no sé a quién o qué, porque para ese entonces no creía en un Dios "todopoderoso" ni figura afín), pero recuerdo haber tenido la intención de conocer el por qué de mí pesar tan desmedido. Y les digo que no es mentira (obviamente a estas alturas lo reconozco más que nada) cuando alguien te diga “lo que pidas, con genuina intención, se te concederá”. También esto me recuerda al dicho "el maestro aparece cuando el alumno está listo". Un dia, de la nada, una amiga a la cual agradezco mucho por la consciencia que tengo ahora, me envió un libro en formato PDF. Un libro que entre muchas otras cosas, tocaba el tema del apego, cómo reconocerlo, identificarlo y finalmente trascenderlo. Esta lectura maravillosa me abrió los ojos y la mente a muchísima más información que busqué por mis propios medios ya que la revelación fue abrumadora. Esta información resonaba conmigo completamente y me hacía todo el sentido.
Posteriormente, comprendí que el apego ciertamente era energía manifestada, energía con un origen, un canal o conexión y un destino. También comprendí que para trascender el apego, es necesario recalibrar la sinapsis que hace nuestro cerebro con relación a nuestra percepción e interacción con personas, pensamientos, momentos y cosas. Y finalmente, que el poder de decisión consciente es clave en cuanto a trascendencia se refiere.
Esta energía manifestada, podía moldearse productivamente identificando bien y reubicando los puntos de anclaje. El punto de anclaje representa el origen, de donde nace el apego que sentimos y lo que representa el por qué de nuestro malestar. Con relación a mi situación en específico, yo reconocí estar en apego emocional hacia mi amigo fallecido. Lo reconocí por mi incapacidad de catalizar y controlar los sentimientos que su pérdida me estaban generando. Poniendo en práctica todo lo que había comprendido en teoría, traté de encontrar el origen, ese punto de anclaje de este apego que yo reconocí, y lo ubique obviamente en mi amigo, en lo que representaba el en mi vida, lo que significaba integralmente su presencia. Pero aún seguía sin comprender por qué me pesaba tanto.
Luego, puse mi consciencia sobre lo que estaba representando ese "canal o conexión" desde el origen hacia el destino (que siempre es uno mismo, nosotros). Y descubrí que, cada vez que yo pensaba en mi amigo, pensaba en que ya no estaría conmigo, que ya no lo vería más, que ya no compartiriamos más momentos, en la impotencia de no haber podido hacer nada al respecto, de no entender cómo hay gente tan noble y joven, con toda una vida por delante que abandona este mundo físico, ¿dónde quedaban sus sueños y aspiraciones, todo lo que en algún momento hablamos, todas las cosas que me había contado que ya no iban a ser?, simplemente no aceptaba la pérdida. Ciertamente todos estos sentimientos y pensamientos no le sacan una sonrisa a nadie, ¿verdad que no?.
Entonces comprendí que ahí estaba la falla, fue como si me volarán "la tapa del cerebro", no sólo porque lo entendí perfectamente, estaba tan claro, sino al darme cuenta que esto era aplicable a TODO y por imaginar en cuantas situaciones anteriores, obviamente de menor grado, había estado paralizado por un apego sin saber el poder tan grande que tenía en mi consciencia, que siempre había estado ahí y nunca lo había puesto a funcionar.
Aquí fue cuando entró en escena la recalibración de sinapsis, desaprender para aprender de nuevo, nuevo sistema de pensamiento. Yo tenía poco o nada de control en todo lo que sucedió, yo no puedo decidir quién vive por siempre ni quien trasciende hoy, yo no controlo los tiempos, la mente ni las decisiones de las personas que los llevan a donde están, lo más seguro que tenemos en esta vida es que vamos a trascender todos tarde o temprano, entonces ¿Por qué hacerme con una carga de tal magnitud sobre mis hombros? ¿Por qué canalizar sólo sentimientos fatídicos, bajos y contraproducentes? Cuando en verdaderamente puedo celebrar la vida que él tuvo, los logros que alcanzó, los corazones que tocó con su personalidad y carisma, las anécdotas de vida que son energía en mi consciencia en forma de recuerdos, las sonrisas que me sacó, los encuentros con amistades, las salidas de fiesta, los cumpleaños, los momentos épicos o aparatosos pero que fueron en compañía y complicidad ¿acaso eso no tiene peso? y de tenerlo ¿no es más grandioso que todo lo demás?.
Entonces le llegó el turno a la decisión consciente, de recalibrar mis pensamientos asociados a su Ser y todo esto tomó su lugar como "el canal y la conexión" con el origen; y la pena menguó, el peso se hizo más liviano y el dolor ya no tenía lugar en mi. Y aprendí algo grandioso para la vida, aplicable a cualquier escenario que te imagines, y me liberó, y me empoderó, y me hizo más grande y autónomo que nunca.
Luego de esto, después de despertar en este aspecto, uno no vuelve a dormir otra vez. Y ahora eres consciente porque sabes reconocerte en apego cada vez. Pero como la práctica hace al maestro, a partir de ese momento cada escenario, bien fuese amoroso, material, mortal o de cualquier naturaleza en el que me reconocía en apego, significaba una potencial oportunidad para practicar el desapego, y así lo hice, siempre rindió sus frutos el accionar conscientemente contra el apego.
Como siempre, gracias por leer y bendiciones.
Carlos M👽
Me interesa el tema porque, de cierto modo, la vida me obligó a llevar a cabo esto cuando me tocó emigrar. No trata de olvidar las cosas que llenan o llenaron tu corazón, sino de entender que cada uno es dueño de lo que siente y de cómo permites que las cosas afecten en tu vida.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con la manera en la que lo defines. Es así, la resistencia al cambio siempre será un obstáculo cuando de desapego se trata, como todo, y con el desapego no se está queriendo eliminar el origen, como si nunca existió o no es un factor influyente, sólo se trata de acomodar el enfoque para con ese origen y revisar conscientemente que emociones está generando la interacción con ese recuerdo.
Eliminar