Un Gracias como primer paso (Autoestima y Condescendencia personal).

La motivación para escribir sobre lo que sigue, nace desde la identificación personal con muchas de las personas en mi entorno, las cuales manifestándose en una actitud que evidentemente yo también poseía en determinado momento, me lleva a la reflexión retrospectiva del momento en el que una vez identificada, aceptada y asimilada esta actitud, elegí conscientemente hacer algo al respecto para así finalmente trascenderlo.

Muchas son las veces en las que nos encontramos echándonos a menos a nosotros mismos, muchos son los escenarios en los que elegimos una actitud de víctima o condescendiente sólo como una respuesta inconsciente de desaprobación hacia nosotros mismos, de debilidad y/o dependencia emocional, por manipulación o por mera necesidad de reconocimiento y atención.

Personalmente desde una posición bastante objetiva y viéndolo desde afuera como alguien que reconoce estas actitudes porque viene de ahí, viene de vivirlas, de proyectarlas, de reconocerlas y sanarlas. Puedo decir que esta actitud es realmente contraproducente y lo único que logra para el Ser es perpetuarlo en una postura de dependencia constante, de auto-rechazo y desvalorización altamente deteriorante para su propia estima. 

Esta actitud a la que hago referencia puede verse representada por acciones bastante cotidianas que, a pesar de parecer simples o sin importancia relevante, son muestra de cuán condicionados estamos a una respuesta negativa en rechazo a aspectos positivos de nuestro Ser, y que deja en evidencia nuestra carencia de amor propio y de independencia emocional. 

Por ejemplo, cuántas veces no nos hemos encontrado respondiendo negativamente a un cumplido, vamos a decir que sobre una foto que nos tomamos, en donde alguien nos hace saber su parecer con relación a esta, diciéndonos en manera de halago que salimos o nos vemos muy bien en el retrato. Inmediatamente brincamos con una excusa como respuesta para echarnos a menos, diciendo cosas como "¡Nah! Debe ser la cámara que es muy buena y hace que cualquiera salga bien" o "jeje nada que ver, eso es sólo que capturaron mi perfil bueno", hay otros que se van mas abajo diciendo cosas como "para nada, salgo fatal, mira tal y tal defecto" o "seguro lo dices sólo para hacerme sentir bien, pero se que salgo terrible". 

En la mayoría de los casos, este tipo de respuestas a cumplidos auténticos por parte de un tercero, sólo son muestra de lo sumidos que estamos en nuestra falta de valor hacia nuestra persona, imagen, estima y Ser. Denotan una carencia significante en cuanto a seguridad y madurez emocional. También deteriora la propia percepción que tenemos de nosotros mismos, porque así se crea que la respuesta no es con intención, o que es mera condescendencia, la consciencia escucha. La consciencia siempre está presente y se cree todo lo que decimos de nosotros, vibra con el amor o el odio con el que nos proyectamos, y esas energías trabajan en nuestro Ser integral. 

Muchas veces también las personas eligen de manera condescendiente estas respuestas sólo por no mostrarse de alguna forma altaneras, pretenciosas o arrogantes al corresponder la premisa del cumplido de que se ven bien o que salieron de tal o cual manera. Creen que al ser consecuentes con el halago, la otra persona sentirá sus ínfulas de grandeza y eso es porque en las personas que reconocemos estas otras actitudes, siempre sus maneras van acompañadas de esa vibra de superioridad. Pero mi intención tampoco es promover este otro extremo que no deja de ser igual de contraproducente.

Lo que intento promover es una respuesta más positiva o asertiva de tu parte cuando te encuentres en dicho escenario en el que un simple gracias va a ser neutro y suficiente. Es un buen punto de inicio para la trascendencia de esta actitud. Ya que, de esta manera no estás reaccionando negativamente con relación a la energía que esta persona te está entregando en manera de halago, pero tampoco la estás transformando en arrogancia desmedida. La estás entendiendo, recibiendo y canalizando a través de la gratitud. La otra persona sabrá que el mensaje fue entregado con éxito y tu sentirás que correspondiste lo que se te fue entregado.

En lo personal, considero que estas personas que eligen responder de forma negativa a un cumplido, son personas que inconformes con su Ser, claman amor propio y de alguna manera se sienten no merecedores de ninguna clase de halago sobre sus virtudes, actitud que les ciega completamente frente a su mismo Ser y que les impide ver su brillo propio. Personas que posiblemente vivan comparándose con supuestos modelos a seguir o viéndose bajo lupas de paradigmas impuestos por la sociedad en la que se desarrollan y por la que están altamente influenciadas. 

Y lo digo nuevamente, hablo desde la experiencia propia y por haber transitado ese camino de la autovaloración y de la independencia emocional. En donde me vi enfrentado a esta realidad, y me vi echándome a menos tantas veces por no saber reconocer mis virtudes y honrar mi Ser. Cuando decidí hacer un cambio sobre esto, me reconocí rechazando todo lo que gratificaba mi valor, todo lo que enaltecía mi espíritu y toda energía que sumaba. Solo por mi búsqueda de aprobación a través del drama y el victimismo, echandome siempre tierra solo para que la gente me diera más de ese reconocimiento que me embriagaba para finalmente sentirme aceptado y merecedor de lo que yo ya era y que todos veían menos yo. Por eso es que siempre el peor de tus enemigos serás tu mismo, porque eres el único capaz de convencerte de que lo vales todo o nada. 

Mi contra-ataque empezó con la gratitud. Un simple Gracias realmente sentido bastaba para empezar a reestructurar y definir mi sistema de pensamiento para con esta actitud que estaba trabajando. Un Gracias transparente, honesto y con todo el sentido de receptividad y agradecimiento por la energía entregada me hacía quedar en paz así yo sintiese que mi pensamiento no era completamente semejante al de la opinión que estaba recibiendo, poco a poco se fue creando el hábito de reconocerme y además de ser agradecido. 

Luego de trascender las respuestas negativas, decidí llevar el ejercicio un poco más allá, hacia una respuesta asertiva ahora. Entonces en vez de solo Gracias, acompañaba mi respuesta con una especie de "mantra" o afirmaciones que agregaban más valor propio a esta virtud que estaba siendo resaltada. Entonces por ejemplo si alguien me decía "oye que bien te ves" yo les respondía "Gracias, me estoy cuidando bastante y estoy ejercitándome, me siento bien", si otra persona venía con "Me encantó eso que escribiste el otro día" le respondía "Muchas gracias, he estado reflexionando sobre ese tema, que bueno que te gustara", o si alguien me hacía un cumplido muy puntual "Me gustan tu ojos, tu nariz, brazos, etc." les respondía "Gracias es una de las partes de mi cuerpo que más me gusta también que bueno que lo notes". De esta manera toda la interacción de energías en ese intercambio era positiva en la dirección que fuese, y reforzaba enormemente mi estima y mi confianza, mi valor hacia mí Ser y mis virtudes, honraba lo que soy frente a cualquiera que me percibe. A la misma vez le generaba a la otra persona una sensación de conformidad con el gesto que había ejercido.

Entonces, lo que trato de promover con esta entrada es que, primero tratemos de ser más conscientes y autoevaluarnos, el juez más veraz y demandante que vamos a tener siempre seremos nosotros mismos. Sepamos juzgarnos con honestidad, humildad y coherencia. Aceptemos nuestras fallas, nuestras sombras y luego trabajemos conscientemente en ellas, no podemos cambiar lo que no aceptamos en nosotros. Seamos agradecidos, respetuosos y consecuentes primero con nuestro Ser y después con todo aquel que nos brinde su energía de la manera que éste tenga para hacerlo, quedémonos con lo que sume y aporte. Y devolvamos energía en gratitud, empatía y compasión.

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Muchas gracias por leer y bendiciones siempre. 

Carlos M👽